En esta pieza se investiga cómo, a partir de una lámina de piel de 2 mm sometida a tensión, se puede crear un plano de soporte sólido y equilibrado. La sutil inmaterialidad de estos planos verticales, que deben sostener el peso de los objetos, genera una imagen sorprendente y cautivadora. El armazón de acero se encarga de absorber y dirigir las tensiones generadas en las bandas de piel. Además, la tira continua de piel se tensa en sus extremos mediante un mecanismo de vástago con doble rosca, cuyas roscas opuestas aseguran el ajuste firme de la lámina al apretar el vástago.