Habiendo sido comisionado por la empresa tecnológica e-novia para desarrollar aplicaciones innovadoras para su tecnología háptica, este proyecto tiene como objetivo proporcionar a la firma italiana una propuesta centrada en la actividad lúdica como un poderoso vehículo para transmitir la tecnología háptica, con el fin de acelerar el proceso de familiarización del público con dicha tecnología, hasta el momento poco implantada. Asimismo, en última instancia, se pretende que el público identifique la tecnología háptica con la empresa, ya que aún no existen referencias de marca para el público en general en este sentido. Se propone la creación de una experiencia inmersiva traída de la mano de e-novia a través de una instalación ubicada en un espacio público, preferiblemente en Milán. Como punto de partida argumentativo, surge la necesidad de recuperar el contacto de los habitantes de las ciudades con el carácter salvaje de la naturaleza y al mismo tiempo relacionar esta conexión entre la naturaleza y el hombre a través de un escenario en el que dicha relación es muy estrecha: la infancia. Ante esta premisa, el proyecto plantea la siguiente pregunta: ¿Cuándo fue la última vez que abriste la mano para sentir las gotas de lluvia? De hecho, los adultos no han sentido la lluvia directamente en su piel durante mucho tiempo. Sin embargo, los niños a menudo disfrutan jugando bajo la lluvia y su forma de sentir la naturaleza es más salvaje y directa. La lluvia -agua-, es uno de los cuatro elementos básicos de la naturaleza; Tiene la particularidad de ser un evento periódico que genera numerosos beneficios para la salud humana. Entre ellos, destaca el efecto relajante producido por su sonido, el efecto refrescante para la mente que supone su olor y la descongestión debido al aumento de la calidad del aire que provoca. Se ofrecerá al público una experiencia inmersiva para acercar a las personas y hacer que sientan una lluvia virtual en sus manos, reconectando con la naturaleza de la forma en que lo hicimos en nuestra infancia. Pero, ¿cómo se puede sentir una lluvia virtual en las manos? Enovia nos proporciona a través de la tecnología háptica la posibilidad de sentir la presión y la temperatura de las gotas que caen aleatoriamente en la palma de nuestra mano. Con este fin, se han diseñado dos dispositivos ergonómicos que descansan en cada palma de la mano abierta hacia arriba y que se fijan a la mano mediante una banda elástica conectada a ambos lados del dispositivo, rodeando la mano. Se colocan tres células hápticas en contacto con la piel, formando una distribución triangular. Dos en la zona superior de la palma y una tercera en la base del pulgar. Esta última célula háptica está inclinada para adaptarse mejor a la morfología de la mano en dicha área, y el volumen del dispositivo está retraído hacia arriba para asimilar dicha variación topográfica. El escenario donde tiene lugar la experiencia consiste en una instalación tipo cúpula geodésica, de 12 metros de diámetro por 6 metros de altura en su cenit, precedida por una sala de entrada o transición y otra sala de transición hacia el exterior después de la experiencia. En la primera sala, los usuarios reciben los dispositivos y se preparan para la inmersión en un entorno de baja iluminación. Al entrar en la cúpula geodésica, el ambiente es oscuro, íntimo, y los usuarios pueden comenzar a explorar el interior. La atmósfera es vaporosa debido a la necesidad de crear un cuerpo material sobre el que dar presencia en tres dimensiones a los haces de luz mapeados proyectados por varios proyectores a lo largo del perímetro de la instalación. De repente, y después de algunos truenos amplificados con un potente sistema de altavoces, la lluvia ligera proyectada en forma de cilindro de lluvia de luz aparece del techo al suelo, al mismo tiempo que comienza a sonar el audio de la relajante lluvia. Los usuarios pueden acercarse a la lluvia y, colocando sus palmas hacia arriba con los dispositivos conectados, comenzar a sentir las gotas de lluvia mientras disfrutan del espectáculo visual frente a sus ojos a muy corta distancia, incluso penetrando dentro de la lluvia, teniendo una experiencia totalmente inmersiva. Habrá un sistema de posicionamiento tipo GPS para cada persona que identifique cuándo el usuario entra en la zona de lluvia. Posteriormente, aparecerán dos cilindros más de lluvia de luz en diversas áreas del espacio, a los que los usuarios podrán acercarse libremente siguiendo su propio horario. Una vez que los tres cilindros estén activos, el usuario tendrá una mejor conciencia de la espacialidad de la sala. Cabe destacar que cada cilindro de lluvia de luz generará un tipo diferente de lluvia, ya sea más fuerte y voluminosa para el cilindro central, más suave y densa para las lluvias de los otros cilindros. Esta sensación se puede sentir en las palmas a través de la variación textural ofrecida por la tecnología háptica de enovia, enriqueciendo la experiencia. Finalmente, los usuarios, que han podido compartir conjuntamente esta experiencia de conexión con la naturaleza, saldrán a través de la sala de transición hacia el exterior. En dicha sala se entregarán los dispositivos y la luz natural iluminará el interior de manera matizada para evitar el fuerte contraste de luz