Los guardianes se presentan como esculturas para flanquear accesos producidas en mármol, que experimentan una reimaginación antropomórfica. Desde una base principal en forma de pirámide, emergen una serie de estructuras en forma de pirámides invertidas entrelazadas entre sí, culminando en la última pirámide invertida en la cima, que representa la cabeza. Cada pirámide invertida, partiendo desde la base, evoca la impresión de musculatura, formando una expansión volumétrica con aristas amenazantes en los perímetros de las bases, logrando así una sensación de fortaleza imponente.
Medidas: 90 cm de altura