Habiendo sido encargado por la compañía Molteni para desarrollar un producto de mobiliario que reformule la incorporación de nuevas tecnologías digitales en el diseño de muebles, este proyecto tiene como objetivo proporcionar a la empresa italiana un nuevo horizonte de mercado dentro de su ya extenso catálogo de productos. El enfoque del proyecto se centra en ofrecer una nueva perspectiva en la relación entre el usuario y el mobiliario, en la cual la tecnología sea capaz de profundizar en la relación usuario-mueble, pero articulando dicha relación a través de un lenguaje estético tradicional que no sea invasivo. Se sabe que la casa es un elemento fundamental en el cual el propietario puede expresar su personalidad. Es en la casa, con el paso necesario de los años, como el usuario de la misma está proyectando su personalidad a través de todas las elecciones sobre el mobiliario y los objetos con los que se rodea, y que lo representan de alguna manera, formando parte de su colección o historia personal. Ya en la elección del espacio, la propia casa, el usuario toma sus primeras decisiones basadas en su gusto. Luego, siguiendo una consecuencia lógica temporal, la elección del mobiliario será otra fase importante en la cual el usuario reflejará su personalidad y preferencias estéticas. Al mismo tiempo, los objetos y la decoración se incorporarán a la casa, elementos más dinámicos y cambiantes que el mobiliario. Por último y fundamentalmente, es la actividad del usuario dentro del espacio habitacional, caracterizada por el número de visitas que recibe el usuario, la cantidad de personas que pasan por dicho espacio, las conversaciones, el tipo de música que escucha, la frecuencia y el volumen; Todas estas variables ofrecen una visión muy amplia de la personalidad del habitante. Sin embargo, esta última fase relativa a la actividad del usuario está en constante cambio y su existencia está subordinada al acto temporal, sin dejar rastro físico como lo hacen el espacio, el mobiliario y la decoración. El autor propone abrir un nuevo campo dentro del sector del mobiliario, transformando los costados de las unidades individuales en una piel formada por una combinación de losas de mármol y espinas de madera, unidas por una capa de piel que permite el desarrollo de diferentes formas curvas, activadas por servomotores que están conectados en 6 puntos de dicha piel. Esta piel puede cambiar lentamente de forma como resultado de grabar toda la actividad humana a través de sensores de presencia y sonido que monitorean y proporcionan información a una unidad central de inteligencia artificial, que gestiona la información y propone la evolución de la forma de la piel como consecuencia del estilo de vida de cada usuario. Finalmente, cada unidad tendrá la cualidad de ser única, al igual que cada uno de sus propietarios, evolucionando su forma con el usuario con el tiempo.